uveitis en perros causas y tratamiento

Uveitis en perros causas tratamiento y prevención

Es crucial comenzar el tratamiento lo antes posible para evitar posibles complicaciones en la mayoría de los casos de uveítis, ya que incluso pueden ser controlados o curados. Si la situación es grave, la pérdida de la vista puede ser permanente.

Causas

La uveítis en infecciones puede tener diferentes causas dependiendo de la especie y la ubicación geográfica. Esto se debe a que hay enfermedades infecciosas que solo se presentan en ciertas regiones o afectan más a ciertos animales. Por ejemplo, en España, es poco común que se den casos de uveítis por hongos, mientras que en algunas zonas de Estados Unidos es un problema frecuente.

En perros, la leishmaniosis es la causa más común de uveítis en nuestra región. Sin embargo, también se pueden presentar casos de rickettsiosis, erlichiosis o toxoplasmosis. Todas estas enfermedades pueden desencadenar uveítis.

En el caso de los gatos, el herpes virus también puede ser una causa de uveítis. Además, hay enfermedades virales como la inmunodeficiencia felina o el virus de la peritonitis infecciosa felina que también pueden provocar esta enfermedad.

Tratamiento

El tratamiento de la uveítis dependerá de su origen, y en muchos casos puede ser controlada o incluso curada.

Si se puede determinar la causa precisamente, se debe tratar esa causa, ya sea una infección, lesión u otro trastorno.

Esto suele ser muy efectivo, pero en algunos casos, la enfermedad puede convertirse en crónica, como en las asociadas a Leishmania o las autoinmunes. En esos casos, se puede lograr un control adecuado pero no hay una cura definitiva.

Manifestaciones sintomáticas de la uveítis en caninos

La uveítis puede mostrar manifestaciones específicas que incluyen turbidez en el humor acuoso con Tyndall + y la presencia de hipopión. Además, también puede presentar síntomas comunes a otras afecciones oculares, tales como lagrimeo, blefaroespasmo, hiperemia o fotofobia.

Entre los signos clínicos de la uveítis en perros, además de los mencionados anteriormente, se encuentran el dolor (más pronunciado en casos agudos), congestión de los vasos ciliares, hifema, enoftalmos, miosis, precipitados periqueráticos, disminución de la presión intraocular, edema corneal, rubeosis y cambios en el color del iris, sinequias e iris bombé, disminución de la visión e hiperemia conjuntival.

En casos de uveítis posterior, es posible observar opacidad en el vítreo, granulomas coriorretinales, desprendimientos y hemorragias en la retina.

Orígenes de la inflamación ocular en caninos

La uveítis es la inflamación de la úvea, un conjunto de estructuras en el ojo que incluye la iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Esta condición puede ser causada por factores internos o externos.

Las causas endógenas o intraoculares de la uveítis pueden incluir varios factores como infecciones, enfermedades autoinmunes o alteraciones metabólicas en el organismo. Estos problemas pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en la úvea.

En cambio, las causas exógenas o externas suelen ser agentes externos que ingresan al ojo, como traumatismos, cuerpos extraños o sustancias irritantes. Estos factores también pueden provocar una reacción inflamatoria en la úvea.

Es importante destacar que la uveítis puede afectar a personas de todas las edades y no siempre tiene un origen claro. Por esta razón, es esencial acudir al oftalmólogo ante cualquier síntoma ocular para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Abordaje terapéutico de la inflamación ocular en caninos

Tratamiento para la uveítis en perros: La mejor manera de tratar la uveítis en nuestros fieles amigos es mediante una combinación de fármacos apropiados, adaptados al tipo de uveítis que padezca.

Es fundamental actuar rápidamente en el tratamiento de la uveítis en perros, sin esperar a que se resuelva por sí sola. Un error común es pensar que se trata de una simple conjuntivitis y limpiar el ojo en casa, viendo que está enrojecido en nuestra mascota.

No obstante, hay que actuar con prontitud ante la uveítis en perros, ya que puede desencadenar en complicaciones graves, como ceguera, glaucoma, cataratas, pérdida del ojo, dolor crónico, entre otros. Incluso puede llegar a ser necesario extirpar el ojo si no se controla adecuadamente.

Qué es la uveítis

La úvea es la capa vascular del ojo y está ubicada en su capa interna, por lo tanto, es el área donde se encuentra el suministro de sangre del globo ocular. Cuando estas estructuras se inflaman, se detecta como uveítis, una condición que puede afectar uno o ambos ojos.

Cuál es su origen

Inflamación en la úvea: causas intraoculares y extraoculares

Existen 2 grupos de causas que pueden provocar la inflamación en la úvea: aquellas que se originan en el ojo y las que no tienen su origen en este.

Causas intraoculares

Las causas intraoculares son aquellas que provienen del ojo y pueden ser diversas, como por ejemplo, enfermedades autoinmunes, infecciones, traumatismos oculares, entre otras.

Causas extraoculares

Por otro lado, las causas extraoculares no tienen su origen en el ojo, sino que son consecuencia de enfermedades o trastornos de otros órganos o sistemas del cuerpo. Como ejemplos podemos mencionar enfermedades reumáticas, alergias, infecciones sistémicas, entre otras.

Solución eficaz para la uveítis canina

Para tratar adecuadamente la uveítis en perros, es necesario recurrir a un veterinario experto en oftalmología veterinaria. El objetivo principal del tratamiento es disminuir la inflamación ocular y evitar posibles daños en la visión. Existen diversas opciones efectivas para tratar esta condición en los caninos:

1. Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Estos medicamentos resultan de gran ayuda para aliviar la inflamación y el dolor en los perros. Algunos de los AINEs más utilizados en estos casos son el carprofeno y el meloxicam.

2. Corticosteroides: Otra alternativa para reducir la inflamación en los ojos de los perros son los corticosteroides. Sin embargo, es importante tener en cuenta que su uso puede conllevar serios efectos adversos, por lo que es imprescindible que sean administrados bajo supervisión veterinaria.

Terapias eficaces para combatir la uveítis

La uveítis en perros puede ser tratada efectivamente mediante una combinación de medicamentos que alivian los síntomas y reducen la inflamación. Antes de prescribir cualquier medicamento, es fundamental que un veterinario realice un examen minucioso del ojo del perro.

Existen varias opciones de medicamentos que se utilizan comúnmente para tratar la uveítis en perros. Son los siguientes:

Sigue atentamente las indicaciones del veterinario para cualquier medicamento recetado y mantente alerta ante cualquier efecto secundario. Si el perro no responde al tratamiento o los síntomas se intensifican, es necesario buscar atención veterinaria urgente.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor en los ojos del perro. Entre los ejemplos más comunes se encuentran la aspirina, el ibuprofeno y el meloxicam. Es importante tener en cuenta que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios en los perros y solo deben ser administrados bajo la supervisión de un veterinario.

Síntomas

Los síntomas de uveítis:
  • Suelen manifestarse de manera súbita y pueden empeorar rápidamente.
  • En ciertos casos, se desarrollan gradualmente.
  • Pueden afectar uno o ambos ojos.
  • No siempre se presentan síntomas evidentes, siendo detectados en una revisión oftalmológica de rutina.
¿Cómo se manifiestan los síntomas de uveítis?

Los signos de uveítis pueden variar según cada caso, pero pueden incluir:

  • Enrojecimiento ocular.
  • Dolor en los ojos.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Visión borrosa o disminuida.
  • Movimiento ocular limitado o doloroso.
  • Pupila de tamaño anormal.

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La uveítis recurrente equina es una enfermedad común en caballos, que puede afectar a uno o ambos ojos y es una de las principales causas de ceguera en estos animales, incluso por encima de otras enfermedades o afecciones como el glaucoma, la catarata, los traumatismos o úlceras infectadas.

Rody, un caballo en plena forma, de repente perdió la visión en ambos ojos y presentaba una apariencia desorientada y preocupante. Tras realizar un completo examen ocular y una analítica, el diagnóstico fue una uveítis lipémica. Sin embargo, gracias a un rápido e intensivo tratamiento médico, Rody recuperó la visión en tan solo tres días.

Además, hay que destacar que la picadura de garrapata puede ser también una causa de pérdida de visión en caballos, debido a la transmisión de enfermedades sistémicas como la infección por Rickkettsia conorii y Ehrlichia canis. Terri, una yegua afectada por estas enfermedades, perdió también la visión antes de recibir el tratamiento adecuado.

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