El suministro de gas natural en tu hogar todo lo que necesitas saber
La red de distribución es el medio utilizado para llevar el suministro de gas hasta tu hogar. Este sistema está compuesto por una serie de tuberías a través de las cuales el gas es transportado hasta la Instalación Receptora Individual de Gas (IRI) o la Instalación Receptora Común (IRC).
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El ciclo del gas natural almacenamiento transporte y distribución
El almacenamiento de gas puede realizarse de dos formas diferentes: en tanques cuando se encuentra en estado líquido y en almacenamientos subterráneos si está en estado gaseoso. Desde un punto de vista económico y técnico, la segunda opción resulta más rentable.
El gas en estado líquido se transporta a través de esferas o cisternas, ya sea en barcos o camiones, ocupando aproximadamente 600 veces menos en comparación con su forma gaseosa. Esto facilita su transporte de manera considerable.
Una vez que llega a su destino, en el puerto de la ciudad, el gas se almacena en depósitos de gran tamaño, para luego ser introducido a la red de distribución. Sin embargo, en aquellas ciudades que no cuentan con puertos o gasoductos, el gas se almacena en camiones cisterna y luego es introducido en la red local de gas cuando sea necesario.
Cuál es la mejor opción de gas para mí
¿Utilizas gas natural en tu hogar o lugar de trabajo? ¿O quizás solo lo usas ocasionalmente, como en una casa de veraneo? ¿El clima de la zona en la que estás es frío o cálido? ¿Hay otros usuarios de gas en la misma área o interesados en utilizarlo? ¿El gas se destina para uso doméstico o profesional? ¿Es un consumo alto?
Ten en cuenta estos factores y, si deseas, deja un comentario a continuación respondiendo brevemente a estas preguntas. Te proporcionaremos información sobre las opciones más adecuadas para ti.
Origeneditar
El gas natural es una fuente de energía no renovable, al igual que otros combustibles fósiles. Se ha formado a lo largo de millones de años, mediante la descomposición anaeróbica de grandes cantidades de restos de seres vivos, en el fondo del mar o de lagos. Bajo capas de sedimento, sin oxígeno y sometido a alta presión y temperatura, la materia orgánica se ha transformado químicamente, liberando gases, entre ellos el metano.
Hoy en día, el gas natural se encuentra generalmente en estado gaseoso, en bolsas subterráneas cercanas a los yacimientos de petróleo, éste último en estado líquido. Ambos combustibles se encuentran en rocas sedimentarias, donde se encuentran atrapados por fenómenos geológicos. El gas natural puede presentarse en su forma seca, es decir, completamente gaseoso, o en forma húmeda, mezclado con hidrocarburos más largos, que pueden separarse fácilmente mediante técnicas de compresión, refrigeración o absorción.
Existen otras fuentes de metano, como la combustión anaeróbica de residuos orgánicos, conocido también como biogás, y procesos industriales realizados a partir de pizarra, denominados gas pizarra o shale gas en inglés. Estos métodos resultan especialmente útiles en lugares donde no hay reservas de gas natural, pero sí hay abundancia de pizarra, lo que permite disminuir la dependencia energética de otros países.
El gas natural
El gas natural es una combinación de diferentes gases, donde el componente predominante es el metano, con un contenido superior al 95%. También incluye en menor medida otros hidrocarburos y gases no hidrocarburos. En España, su composición está determinada por la Resolución de 22 de septiembre de 2011 de la Dirección General de Política Energética y Minas. Entre sus rasgos más notables se encuentra su no toxicidad y su menor peso en comparación con el aire.
La Energía del Gas Natural y su Red de Distribución
El gas natural es ampliamente utilizado en España para satisfacer las necesidades de energía en los ámbitos doméstico, industrial y comercial. Su creciente utilización, en reemplazo de otros combustibles altamente contaminantes, es esencial para cumplir con los objetivos ambientales establecidos por la Unión Europea y el acuerdo climático de París.
La principal forma en que el gas natural llega a nuestro país es a través de gasoductos internacionales o barcos gaseros, en su forma líquida como gas natural licuado. Una vez aquí, en las plantas de regasificación ubicadas en zonas costeras, es convertido de nuevo en gas en su forma gaseosa y distribuido por una amplia red de gasoductos.
La infraestructura de distribución de gas se apoya en un sistema de 18 estaciones de compresión y una variedad de instalaciones y mecanismos que garantizan la seguridad y el suministro. Esto incluye centros de transporte, estaciones de regulación y medida, y puntos de conexión a la red, que aseguran una distribución eficiente y segura del gas en todo el territorio nacional. ¡El gas natural es un recurso vital para España y su correcta distribución es crucial para nuestro bienestar y cumplir con nuestras responsabilidades ambientales!
La red de gasoductos
La red principal de transporte que abarca todo el territorio se encarga de llevar el suministro de gas mediante gasoductos de alta presión. Esto se hace con el objetivo de disminuir los gastos de transporte, minimizar las pérdidas por fricción y utilizar tuberías más pequeñas.
Una vez en la red de distribución, con menor presión, el gas natural es distribuido a puntos de consumo clave. Estos gasoductos conforman la red de distribución. A partir de aquí, el gas puede ser utilizado directamente por grandes industrias o...
Reservas naturaleseditar
Según los datos de BP, actualmente existen 193,5 billones de metros cúbicos de reservas probadas, una cantidad que podría mantener la producción global durante 55 años más. Estas reservas han aumentado en un 0,2 % en el último año.
De todas las regiones del mundo, Oriente Medio es la que cuenta con mayor cantidad de reservas, con un 43 % del total mundial. En este ámbito destacan países como Irán y Catar. Por su parte, Asia Central posee un 31 % del total de reservas, liderado por naciones como Rusia y Turkmenistán.
Composicióneditar
En los yacimientos de gas natural, su contenido y composición son variables, siendo la especie química dominante el gas metano con un porcentaje que oscila entre el 79% y el 97% (en composición en mols o en volumen). Sin embargo, en algunos casos como el pozo West Sole en el mar del Norte, esta cantidad supera el 90%. Además, puede contener otros gases como etano (entre 0,1% y 11,4%), propano (entre 0,1% y 3,7%), butano (menos del 0,7%), nitrógeno (entre 0,5% y 6,5%), dióxido de carbono (menos del 1,5%), impurezas como vapor de agua y derivados del azufre, y trazas de hidrocarburos más pesados, mercaptanos, gases nobles, etc.
Es importante mencionar que estas cifras se refieren al gas depurado y comercializado, ya que durante la extracción se separan algunos gases por diferentes razones. Algunos, como el nitrógeno y el dióxido de carbono, tienen un bajo poder calorífico y deben ser eliminados. Otros, como el CO2, pueden condensarse en los gasoductos al tener una baja temperatura de saturación, dificultando su transporte, o interferir en la licuefacción del gas para convertirlo en gas natural licuado (GNL). Por esta razón, el CO2 se mide principalmente mediante los métodos ASTM D1137 o D1945.
Además, cabe destacar que el CO2 también puede ser considerado como un contaminante asociado al gas natural, especialmente en el yacimiento de Kapuni en Nueva Zelanda, donde alcanza un 49% de concentración.[cita requerida]
