Blog Todo lo que debes saber sobre las fachadas de locales comerciales
En el presente artículo, nos enfocaremos en el tema de las modificaciones en la parte externa de los locales comerciales. La fachada de un establecimiento es lo primero que los posibles compradores notan al acercarse al negocio, es su primera impresión y representa su identidad. Por lo tanto, es fundamental invertir en mejoras y modificaciones en la fachada, ya que esto es crucial para alcanzar el éxito en el comercio y atraer a una variedad de clientes potenciales.
Ideas para embellecer el exterior de tu establecimiento comercial
Optimiza el potencial de tu local comercial con una exposición cuidada y cambios estacionales en tus productos. Asegúrate de siempre presentar los productos más atractivos o destacar aquellos que deseas promocionar. La disposición y organización adecuadas atraerán al público, al igual que la exhibición de precios para brindar tranquilidad al posible cliente.
¿Necesitas más consejos para lograr llamar la atención en el escaparate de tu local comercial? No dudes en consultar nuestro especializado.Además, la entrada al local comercial también debe ser considerada con detalle, especialmente en términos de accesibilidad y comodidad. Evita obstruir el acceso con elementos innecesarios, aunque sí está permitido colocar carteles con promociones y ofertas. Sin embargo, asegúrate de no obstruir el paso y permitir un flujo normal en la calle, así como facilitar el ingreso al local.
El Impacto de una Fachada Agradable
En un mercado altamente competitivo, captar la atención de los clientes se convierte en un factor determinante para destacar entre la multitud.
La fachada es la primera impresión que un local proyecta a los transeúntes, por lo que es fundamental que sea atractiva y bien cuidada.
Además de transmitir una imagen de profesionalidad y confianza, una fachada atractiva también genera interés y curiosidad en el público, lo que puede motivarlos a entrar y explorar el local, y finalmente, realizar una compra.
La fachada también puede ser un medio de comunicación para transmitir la identidad de la marca y el tipo de productos o servicios ofrecidos. Un diseño coherente y una señalización clara permiten a los clientes identificar rápidamente lo que encontrarán en el interior del local.
Puntos Relevantes en las Intervenciones en la Fachada
Los propietarios de edificios con locales comerciales tienen permitido realizar modificaciones en elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios, siempre y cuando no afecten la seguridad, estructura o configuración exteriores del edificio. Sin embargo, cualquier cambio en elementos comunes debe contar con la aprobación unánime de los propietarios. No obstante, los tribunales consideran que la ley puede ser interpretada de manera más flexible en el caso de locales comerciales.
La elección ideal de la fachada según el tipo de establecimiento o empresa
El diseño de la fachada de un negocio de retail debe estar acorde al tipo de producto que se vende en él. No es lo mismo una tienda de ropa que una óptica o un supermercado. La clave está en mostrar los productos de forma atractiva para el público objetivo, lo que se logra con grandes escaparates de cristal que permiten ver el interior.
La fachada de un hotel o restaurante es un factor clave en la elección de los clientes. Si no les llama la atención al pasar por fuera, es poco probable que se animen a conocer el interior. Por eso, es esencial conocer bien al público al que se dirige el negocio y diseñar la fachada en consecuencia.
En el caso de clínicas dentales y centros sanitarios, la limpieza y la pulcritud son primordiales en el diseño de la fachada. Se busca transmitir la sensación de higiene y para ello, se utilizan colores como el blanco o tonos claros que se perciben como limpios. Estas fachadas suelen ocultar el interior por razones de privacidad, pero son utilizadas como medio de publicidad al cubrirlas con vinilos impresos o promociones para atraer a los clientes a entrar.
Es posible transformar un bien compartido en exclusivo
Existen situaciones en las que un individuo o un grupo de personas se convierten en propietarios exclusivos de un elemento que anteriormente estaba considerado como de uso común. Esta transformación puede producirse a través de una transacción de compra, una donación o cualquier otro medio legal para transferir la propiedad.
Sin embargo, resulta fundamental tener presente que esta conversión de un elemento común en un bien privado puede ser polémica y tener consecuencias negativas para la dinámica y la cohesión de la comunidad.
Por lo tanto, se recomienda encarecidamente que, antes de proceder a cualquier acción para convertir un bien compartido en exclusivo, se busque asesoramiento de un abogado o un regulador para asegurar el cumplimiento de todas las leyes y regulaciones aplicables.
Control de los espacios compartidos en la propiedad en condominio
La ley de Propiedad Horizontal de cada país se encarga de regular los componentes compartidos en las comunidades. Estos elementos también están sujetos a los estatutos y reglamentos específicos de la comunidad, que establecen normas y procedimientos para su mantenimiento y uso.
La ausencia de regulación y colaboración entre los propietarios puede ocasionar disputas y conflictos, afectando negativamente la dinámica y cohesión del conjunto. Por ello, una regulación eficaz de los elementos comunes es crucial para mantener una comunidad de propiedad horizontal sana y armoniosa.
La propiedad horizontal se conforma mediante la construcción de edificios o unidades de vivienda que se venden o se alquilan como propiedades separadas, pero que comparten áreas verdes, piscinas, ascensores, entre otros elementos comunes.
Distinción jurídica entre bienes comunes y exclusivos en la jurisprudencia
Por otro lado, los elementos privativos son aquellos que pertenecen a un propietario individual y son de su exclusivo uso y disfrute. Estos elementos pueden ser una vivienda, un garaje o un trastero.
Según la doctrina del Tribunal Supremo en España, se consideran elementos comunes aquellos que están a disposición de todos los propietarios o usuarios de un edificio y se utilizan para satisfacer necesidades comunes. Por el contrario, los elementos privativos son aquellos de uso exclusivo de un propietario en particular.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo en materia de propiedad horizontal ha establecido criterios claros para determinar la naturaleza de un elemento, ya sea común o privativo. Estos criterios se basan en la ubicación, función, propiedad y destinación del elemento en cuestión.
De acuerdo al Código Civil español, se distingue entre elementos comunes y privativos en una propiedad horizontal. Los primeros son aquellos compartidos por todos los propietarios de las viviendas, que se encuentran bajo la gestión y control del propietario horizontal. Algunos ejemplos son ascensores, escaleras, zonas ajardinadas, piscinas, entre otros.
Por su parte, los elementos privativos son de uso exclusivo de un propietario individual y pueden ser, por ejemplo, una vivienda, un garaje o un trastero. Estos elementos pertenecen al propietario y tienen un uso y disfrute exclusivo.